Darina Robles, founder of Llaven nü and frequent CWB artist, writes about the ways an engaged audience gives back to the artists. Mira abajo para español.
Bringing the Tour To Life
The idea for this project was born in November, 2018, at the World Social Forum on Migration–Mexico. Fernando López, national director of Jesuit Refugee Service–Ecuador (SJR), approached me after I gave a talk about CWB – USA and Llaven nü’s 2018 tour aimed at migrants in southern and central Mexico. He suggested that we do the same project in Ecuador.
A year of communication passed between Llaven nü, CWB – USA and SJR. In December 2019, Amarú and Jember of SJR completed the logistics to make this dream come true. Four payas@s traveled to Quito, Ecuador: Josie Mae, Eric Rubin, Lars Uribe and me, Darina Robles, with my migrant chicken character. Our task? To work with refugees and migrants, mostly Colombians and Venezuelans, on the border between Ecuador and Colombia. We performed in the cities of Esmeraldas, San Lorenzo, Lago Agrio and Quito on this tour.
The Final Performance
We arrive at a house in Quito for our final performance of the tour. The families are very happy with the idea of attending a show. One of my first phrases in the show goes like this: “I am a migrant chicken, and this is my story.” When I say this the audience laughs, and I know our performance will go well. Every joke from us payas@s is celebrated by the public with great laughs, so we pile on more jokes than we ever have. The audience sighs when they begin to recognize their own stories within the story of the migrant hen. It’s great to see our audience enjoying the performance as something by and for everyone—they begin to make jokes that make us laugh! A child takes a clown’s sack and successfully integrates himself into the show.
At the end of the performance, Ximena, the director of the house, asks the audience to reflect on the message of the show. We clowns listen to the audience and their opinions. They like that the chicken’s dream of flying can be achieved thanks to community and input of people from different countries. They love that we made each other laugh a lot. They’re moved by the chicken’s dream, because they also have dreams. For example, they tell us they wish to integrate into a society without violence; get a job that allows them to support their family; one day return to their homelands; and live in peace in a hospitable world.
A woman approaches two clowns and tells them that her son is blind and wants to touch the clowns to meet them. They approach him and he says that he enjoyed listening to the story and had laughed as well, even though he can’t see the show. As we say goodbye, a boy from El Salvador tells me he liked the chicken. He says he has a dream of flying. “I want to be a flying hero,” he says. I tell him, “Well, for me you are already a hero. Migrants are my heroes. I hope someday we can fly together, and save the world by filling it with laughter.” That’s how we say goodbye, dreaming of a world of laughter and community, thanks to the beauty of humanity.
En español
Volando Juntos
Tengo algo importante que decirte -me dijo mi payasa la gallina migrante ¡Amo a los migrantes y los migrantes me aman! Me comentó esto al terminar nuestra última función del proyecto Ecuador 2019. La idea de este proyecto nació en noviembre de 2018, en el Foro Social Mundial de las Migraciones México, cuando después de presentar una charla acerca del programa Recorridos por la Hospitalidad dirigido a migrantes en el sur y centro de México; Fernando López, Director Nacional del Servicio Jesuita a Refugiados Ecuador, me sugirió que hiciéramos el mismo proyecto en Ecuador.
Un año de comunicación pasó entre Llaven nü – riendo juntes, Clowns Without Borders USA y el Servicio Jesuita a Refugiados Ecuador (SJR). En diciembre de 2019, Amarú y Jember del SJR tenían la gestión realizada y este sueño sería realidad. Viajamos a Quito, Ecuador cuatro payases: Josie Mae, Eric Rubin, Lars Uribe y yo, Darina Robles, con mi gallina migrante. El cometido: trabajar con refugiados y migrantes, en su mayoría colombianos y venezolanos, en la frontera de Ecuador con Colombia, en las poblaciones de: Esmeraldas, San Lorenzo, Lago Agrio y Quito.
La última función de este proyecto fue en Quito. Actuamos para familias refugiadas y migrantes de Centroamérica y Sudamérica, y fuimos una sola familia riendo juntes desde un sólo corazón. “Éramos EL mundo, el universo estaba ahí en ésa función con nosotros riendo también”-comentó Lars y coincido.
Fue así como sucedió este encuentro feliz: Llegamos les payases a una casa y ya las familias estaban muy contentas con la idea de asistir a la función. Una de mis primeras frases en el espectáculo decía así: Soy una gallina migrante y esta es mi historia. Cuando dije mi frase gané carcajadas del público y pensé: Será una maravillosa función de cierre. Cada broma de les payases era festejada por el público con grandes risas, entonces les payases hicimos más bromas que nunca y nos divertimos en grande. También nos acompañaron con emoción y suspiros cuando comenzaron a reconocer sus historias en la historia de la gallina migrante.
Fue estupendo ver que el público fue viviendo la función como una fiesta de y para todes, empezaron a hacer bromas que nos hicieron reír por igual al público y a les payases; incluso un niño tomó el saco de un payaso y se integró con gran éxito en una parte de la obra. Disfruté mucho las risas de todes, había una mujer de risa espectacular que bailó y cantó para nuestra celebración-función.
Llegó el fin y con esto otro regalo de los dioses de la hermosa humanidad. Ximena, directora de la casa, les pidió que hicieran la reflexión acerca de la función. “¿Cuál fue el mensaje?” -les preguntó. Entonces escuchamos sus opiniones. Les gustó que el sueño de la gallina de volar pudiera lograrse gracias a la unión y pensamiento en comunidad de personas de diferentes países. Les encantó que los hicimos reír mucho y que nos hicieron reír mucho. Les conmovió que la gallina tuviera un sueño, porque ellos también tienen sueños, por ejemplo, de integrarse a una sociedad sin violencia, de conseguir un trabajo que les permita sostener a su familia que viaja con ellos y la que dejan al migrar; de algún día regresar a su tierra y que haya paz, de un mundo hospitalario; entre otros sueños.
Terminando la reflexión, compartimos un postre y agua de sabor que habían preparado para la fiesta. Una señora y su hija nos prepararon como regalo una agua de sabor para les payases para el camino. Recordé cuando en otro proyecto con migrantes en México nos encontramos con el tren donde viajan, por un momento el tren se detuvo y bajaron rápidamente varios migrantes con la apremiante necesidad de conseguir agua potable.
Durante el convivio, la mamá de un joven que estaba entre el público se acercó a dos payasos y les dijo que su hijo era no vidente y que quería tocarlos para conocerlos. Se acercaron y Sergio les comentó que como él es no vidente no pudo ver el espectáculo pero había disfrutado mucho escuchando la historia y había reído también. Después, Sergio nos pidió a todes les payases una foto con él para que quedara en su corazón. La mamá nos contó que huyeron de Colombia para salvar sus vidas.
Nos despedimos, antes de salir de la casa Juan, un niño de El Salvador, se acercó a mi y me dijo: Te quiero decir que me gustó mucho su función, me reí mucho. Muchas gracias -le dije. Juan continuó: Yo también tengo el sueño de volar. ¿De verdad? ¡Qué genial! -le contesté. Si -agregó-, yo quiero ser un héroe, un héroe que vuele. Mientras me hablaba hacía volar y luchar unos heroes de juguete que tenía en las manos. Le comenté: Pues para mi tu ya eres un héroe. Los migrantes son mis héroes. Espero algún día volemos juntes, salvemos el mundo y lo llenemos de risa. ¿Qué te parece? -le pregunté. Si -contestó. Así nos despedimos y así me despido soñando el mundo que construimos ése día les migrantes y nosotres les payases con el SJR: Un mundo en risa, en comunidad amorosa; donde, gracias a la hermosa humanidad, desaparecen la mala distribución de la riqueza, la violencia, la exclusión y las fronteras.